El proyecto asume la responsabilidad de generar una nueva centralidad en la CABA al proponer un edificio de fuerte lenguaje contemporáneo, de neto carácter institucional y comprender la morfología del sitio propuesto a partir de materializarlo como una masa construida en base al paisaje existente, el espacio urbano y la iluminación natural. . Es una manera de construir + Buenos Aires, generando una piel continua sobre la Av Amancio Alcorta y los bordes contra el Borda.
Dentro de la piel, materializada a través de parasoles de hormigón, se disponen los dos edificios, uno al Norte el otro al Sur, articulados a través de una plaza central, verdadera plaza cívica, caracterizada por los ombúes existentes. Desde este espacio, al que se accede por una escalinata de fuertes características urbanas, se producen los accesos a los edificios.
Los halles de ambos edificios, tratados como espacios de circulaciones y movimiento de grandes flujo de gente, continúan el espíritu urbano de la plaza central. Múltiples alturas, escaleras mecánicas y los núcleos verticales, recrean el espacio propuesto.
El acceso público es resuelto desde la plaza central, así como el acceso de empleados en la jefatura de gobierno. El movimiento diario a lo largo de la jornada se va a concentrar en el nivel de la plaza cívica.
Las superficies de trabajo son tratadas como espacios de amplia flexibilidad, óptima iluminación natural y diversidad de paisaje interior. La propuesta incluye patios interiores con vegetación, patios de fachada con terrazas para salir a fumar, espacios de estar, así como perspectivas hacia la plaza central desde las cafeterías.
La sustentabilidad está abordada desde la génesis propia de la propuesta, al definir un edificio de mínimo perímetro, con control solar: los parasoles de hormigón recorren íntegramente la fachada, a partir de una geometría que va respondiendo a la orientación.